Solo bastó que el nuevo Arzobispo de la Arquidiócesis de León, Monseñor Jaime Calderón alzara la voz para exigir justicia del multihomicidio de los siete jóvenes asesinados en la comunidad de San Bartolo de Berrios en San Felipe, Guanajuato, para que el Arzobispo fuera invitado a la mesa de seguridad.
Lo que no se dijo es que desde el fallecimiento del Obispo Rafael García, en 1994, no se había tenido una voz crítica del clero.
Ojalá que la voz de Monseñor Jaime Calderón siga siendo fuerte y contundente ante la problemática que se vive en el estado, y que no le quede grande la arquidiócesis, como le quedó a algunos de sus antecesores, donde el silencio les era más cómodo.
Coco Bernal, Periodista con 35 años de trayectoria, especializada en periodismo político y medios electrónicos, abogada, maestra en política criminal. Condecorada por el Congreso de Guanajuato con el Premio en Periodismo Por Trayectoria Profesional y la Medalla Emma Godoy.